lunes, 22 de enero de 2024

NOCHEVIEJA DE 1972-El poder enajenante del bolero

 En la Nochevieja de 1972 descubrí el poder embriagador del bolero. Fue bailando “Contigo aprendí” con un muchacho no muy alto, peludo, fuerte y horrorosamente vestido. Sólo con decir que llevaba una chaqueta negra de terciopelo, camisa fosforito y calcetines de rombos verdes y azules...

¿Que por qué yo, la típica estudiante reprimida, acabé en los brazos de semejante gañán y rocé con él el cielo? Pues precisamente por eso. Porque estaba cansada de tener que ocultar mis pensamientos; contener mis deseos; mostrarme como no era... Además, en ese momento, me sentía aburrida. Acababa de bailar “Ne me quitte pas” con un joven opusdeísta y necesitaba pasar por algo más tentador...  

Nieves Correas Cantos


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