Conchita y Maribel eran
antitéticas, pero enseguida que contactaron se hicieron amigas. El encuentro
ocurrió por los años de 1970, estudiando ambas segundo o tercero de medicina.
Conchita era de constitución pícnica, tetuda y con el pelo lacio y negro como
el carbón. En las facciones le daba un aire a la protagonista de la película
(entonces recientemente estrenada) Love Story. Era extravertida, dulce y
coqueta, y entre cierto tipo de chicos tenía mucho éxito. Llevaba siempre
vestidos que realzaban su espetera, y calzaba zapatos con plataforma. Había
tenido novio durante cuatro años, y contaba unas cosas… Eso sí, el himen
aseguraba tenerlo intacto. Maribel era alta, fuerte y con el carácter hacia
adentro. Abusaba de los vaqueros y los jerséis holgados, y aunque no era
femenina en el sentido clásico, tenía su público entre los compañeros de clase.
Conchita ensalzaba el cuerpo y la
inteligencia de Maribel, y la instaba a vestir prendas ajustadas. A ésta los
comentarios de su amiga le halagaban a la par que le avergonzaban un poco,
porque los consideraba excesivos. Y en cuanto a lo de llevar vestidos que
marcaran sus protuberancias, ni se lo planteaba. Primero porque apenas tenía; y
segundo, porque no era su estilo y se hubiera sentido impostada además de
incómoda.