Me gusta coger a mi nieta en brazos y hablarle mientras la paseo. Ella me mira con la cara propia de un bebé de mes y medio, y se fija en mis labios que no paran de moverse.
Esta tarde le he dicho que nos íbamos a montar en un tren con destino a Cochinchina. Sí, sin ene. A ese lugar de Vietnam que nada tiene que ver con la célebre Conchinchina que nadie sabe dónde está...
La he advertido de que antes teníamos que meter en su cabás la merienda y unos cuentos, para que pudiera comer y entretenerse durante el viaje. En este punto mi precioseta ha emitido unos sonidos y ha hecho algún mohín que yo he interpretado como de contento; así que con gran entusiasmo he continuado mi parloteo...
Le he manifestado que en el vagón contiguo viajarían algunos integrantes de la Nova Cançó. Artistas como Núria Feliu, Pi de la Serra, Guillermina Motta, Serrat... Además de declararme fan de todos ellos, he recordado cuando mis padres, sus bisabuelos, trajeron a casa los discos de Salomé y Raimon cantando “Se'n va anar”. Esto debió de suceder por los años de 1963. Con el ánimo exaltado me he lanzado a contarle en qué consistió el movimiento de la Nova Cançó; mas mi muchachita se ha quedado roque y yo he tenido que dejar las explicaciones para otro día.