martes, 22 de septiembre de 2015

El "Calcio 20” o Los diferentes usos del rodillo de cocina


Por los años de 1960, en mi pueblo, vivía una mujer adelantada a su época. El rodillo de cocina, por ejemplo, además de para estirar la masa de las madalenas, ella lo utilizaba para frotar el pompis de sus hijas. Lo hacía con la finalidad de reducírselos de tamaño, porque las pobres lo tenían descomunal. Esto era debido a la complexión tan particular que tenían y a que se atiborraban de comida y de jarabe Calcio 20.
Y no eran las únicas porque, en aquella época, se conoce que para resarcirse de las penurias de la posguerra, los padres atracaban de comida a sus hijos; y estar gordo y atocinado era señal de buena salud.

martes, 15 de septiembre de 2015

Viaje a Perpignan


¡Jajaja! Estoy viendo una fotografía en la que estamos tres amigos y yo en el interior de un Seat 850. Vamos camino de Perpignan, a ver la recién estrenada película “Emmanuelle”. Es el año 1975. Llevamos el look propio de la época, y nuestras caras reflejan alegría y expectación. Más adelante, en una venta, tomaremos un tentempié compuesto de berberechos y galletas “Chiquilín” (¡qué locos estábamos!), y al anochecer llegaremos a nuestro destino.
En las inmediaciones del cine encontraremos una masa bullente de españoles esperando que empiece la sesión. Ante semejante espectáculo, desearemos que la tierra nos trague; pero aun así, nos pondremos en la cola. Ya en el interior de la sala X, veremos “Emmanuelle” y otra película de título muy explícito que soy incapaz de pronunciar; y mis amigos y yo sentiremos asombro, mucha mucha vergüenza e incomodidad.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Horteras y chabacanos


Esta noche he tenido una pesadilla horrible. He soñado que sufríamos una plaga de chabacanería y de vulgaridad, y que acabábamos todos contaminados.
En mi fantasía, los aquejados de este mal pululaban por doquier manifestándose oralmente y por escrito; y los limpios de corazón se sentían humillados y afligidos.
Al principio, estos últimos se valían de la grandeza del arte y de la naturaleza para contrarrestar los efectos letales de este mal; pero pronto no fue suficiente, porque aumentó la virulencia y el número de afectados.
En el zénit de mi pesadilla todos estábamos tocados por esta alteración; y lo peor de todo es que no nos percatábamos de ello.
Me puse a gritar, y mi angustia era tan grande que necesité escuchar “Tosca” y leer unos párrafos de “El enamorado de la Osa Mayor” para comprender que no me habían aniquilado el espíritu.


Nada como volver a las aulas para reverdecer


Por regla general, y con variaciones puntuales, mi ánimo va como el tiempo: de Semana Santa a la Virgen de Agosto para arriba; de la Virgen de Agosto a Navidad para abajo; y en enero y en febrero arrecido.
Pero este año, como tengo un proyecto, no me siento en el ocaso. Se trata de que el mes que viene voy a emprender los estudios de Historia del Arte en la Universidad de la Experiencia, y de que estoy muy ilusionada.
Voy a tener clase con gente de nuestra generación, joven, y de todas las edades. Voy a intercambiar impresiones con ella, y al igual que con vosotros, me servirá para desanquilosarme. También, como con vosotros, encontraré amigos.
Estoy segura de que esta materia me dará mucha cultura y me enseñará a apreciar más la belleza de las cosas.
En fin, que tengo ganas de empezar y que espero mucho de esta experiencia. Seguro que no quedo defraudada.