martes, 25 de noviembre de 2014

Sanas costumbres

Salvo que ocurra algún cataclismo, yo cada día hago gimnasia. Inicié esta práctica en la adolescencia y verdaderamente me ha ido muy bien. Me ha servido para mantenerme delgada y ágil; y lo que es más importante, me ha permitido cultivar la voluntad.
Es cierto que el garbo y la celeridad con que la hacía antes no tiene nada que ver con el aire que le imprimo ahora; pero yo, al paso que sea, sigo.
También me gusta caminar por Barcelona; pero no a toda velocidad, sino relajadamente, disfrutando del paseo.
De vez en cuando giro la cabeza a un lado y al otro; adelante y atrás. Así evito que me duela la nuca cuando me lavan la cabeza en la peluquería o cuando me agacho a coger agua del grifo con la boca después de lavarme los dientes.

viernes, 21 de noviembre de 2014

De La Mancha a Barcelona


Aunque mi vida ha transcurrido en Barcelona, yo nací y me crié en un pueblo de La Mancha. Cuando me vine para acá, me traje grabados en la cabeza y en el corazón mi niñez y mi pueblo; y como la adaptación fue dura, esos recuerdos los sublimé.
Por diversos motivos, no pude volver hasta la madurez; y para entonces, el pueblo y la niñez habían desaparecido. Cuando llegué, todo me fue ajeno. Las casas, antaño sencillas y enjalbegadas, ahora eran suntuosas y con arabescos; y el hijo del carpintero, que vestía pantalón corto e iba a las escuela cuando yo vivía allí, se había transformado en un provecto señor que regentaba una tienda y que lucía americanas de pata de gallo en las procesiones.
Donde sí vi caras conocidas fue en el cementerio. Allí, desde sus fotografías en las lápidas, fulano, mengano, zutano y perengano parecían mirarme igualicos que cuando los dejé.

Este escrito está dedicado a la gente de mi pueblo, gente maravillosa que me trata muy bien.

martes, 18 de noviembre de 2014

Buscando a Numen... y a Eduardo


Como Numen no viene a mí, esta mañana he ido yo a buscar a Numen. Lo he encontrado en Sitges, sentada en el coche frente a la playa. Con un cedé de baladas puesto y el cuerpo y la mente en completa quietud, he dejado que mis ojos y mis oídos me llenaran de sensaciones.En plena levitación ha sonado Misty, y luego Ne me quitte pas... y como es su canción preferida, me he acordado de Eduardo. Como todos en La Red siento su ausencia, y como todos en La Red me he quedado más pobre y más sola sin él.
Verdaderamente, y respetando su decisión, creo que debería reconsiderarla.