lunes, 22 de enero de 2024

EL NOVIO DE LA REME – Descubrimiento de una vocación

 Descubrí mi vocación literaria por casualidad; cuando mi amiga Remedios me pidió que le ayudara a redactar una carta ardiente a su novio militar. En aquel tiempo yo era lega en encendimientos corporales y en el arte de escribir; mas, como me chiflaban los retos y carecía de sentido común, no dudé en cooperar con mi allegada.

Recuerdo que los primeros avíos que nos agenciamos la Reme y yo para ejecutar nuestra tarea fueron unas hojas en blanco, un lápiz y una goma de borrar. También me acuerdo de que, después de colocar las tres cosas encima de la mesa, comenzamos a estrujarnos el magín...

Dejamos que nuestra fantasía corriera por los recovecos del erotismo ; permitimos que anduviera por el aquí y por el allí del amor sensual... Pero, por más que lo intentamos, no conseguimos plasmar ni una sola emoción en el papel. 

Fue entonces cuando el Fructuoso, el muchacho más cosmopolita del pueblo, apareció con el diccionario erótico-sentimental que había adquirido en uno de sus viajes y nos salvó. Con semejante cantidad de palabras ya pudimos ponerle nombre a nuestras impúdicas ocurrencias; e, incluso, los mismos vocablos nos inspiraron más. Pergeñamos renglones con mucho sabor...

Lo desagradable de esta historia es que el prometido de la Reme, al recibir la misiva, se apabulló con tanto descoco y rompió la relación.

Nieves Correas Cantos


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