Con estos calores no tengo ganas de nada. El cuerpo lo siento como si fuera un saco de patatas; un bulto difícil de arrastrar. Me pesan las extremidades, los años, el alma... Espero aclimatarme pronto y salir de este estado porque me encuentro fatal.
Lo único que me apetece es estar tumbada con los ojos cerrados o leyendo cuentos de Somerset Maugham. Casi todos los relatos de este escritor me los sé de memoria; pero sigo repasándolos ya que siempre les descubro algún sentido nuevo y son tan amenos que actúan como un elixir.
Ahora mismo, en medio de este bochorno infernal, no se me ocurre nada que merezca ser contado. Bueno, sí: que el otro día, cuando aguardaba en la sala del dentista, un otoñal con muy buena facha comenzó a hacerme ojitos y yo aluciné...
Nieves Correas Cantos
No hay comentarios:
Publicar un comentario