sábado, 7 de septiembre de 2024

FUE POR CULPA DE UNA ASTILLA

 Anteayer se me rompió una falda por culpa de una astilla. Una miaja de madera que andaba suelta en el banco donde me senté. Me enganché la ropa con ella y, cuando hice ademán de levantarme, la tela crujió.

La prenda rasgada, negra y de corte clásico, la conservaba desde hacía años. No era ni la más bonita ni la más extraordinaria de mi armario; aunque sí la más provechosa. Me la ponía casi todos los días combinada con una camisa de color. Amarilla, blanca, rosa... Ataviada de esta forma me sentía bien vestida en cualquier situación; muy galana, pero también natural.

Nieves Correas Cantos

No hay comentarios: