Después de abominar de la televisión como medio para encontrar pareja, acabé acudiendo a ella con ese fin. Sucumbí cuando la soledad se me hizo tan insoportable que creí volverme loca; los días en que me horrorizaba recogerme porque el vacío que me aguardaba dentro de mi casa actuaba a la manera de un monstruo engullidor...
Respondiendo a mi aparición en el programa celestinesco, diecisiete caballeros me quisieron conocer. Fueron diecisiete señores con los que hablé por teléfono y a los que agradecí el interés demostrado. Posteriormente me entrevisté con algunos en persona; e, incluso, con dos o tres volví a quedar...
Ahora mantengo una relación con uno de estos pretendientes. Viudos ambos, nos une una fuerte atracción física y moral. Como los dos estamos llenos de recuerdos, procuramos avanzar con un cuidado exquisito para que el añorado ayer no nos malogre el mañana. Aspiramos a que la nuestra sea una historia de amor y no de viudeces compartidas...
Nieves Correas Cantos
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