martes, 14 de noviembre de 2023

UNA EXPERIENCIA EXTÁTICA

 En la actualidad pocas cosas logran sorprenderme; mas de pequeña alucinaba con todo. ¡Pero si hasta quedé en éxtasis la primera vez que vi una chaqueta de angorina! ¡Fue tremendo!

Tamaña experiencia la debí de vivir por los años de 1960; durante una misa mayor. Recuerdo que la prenda en cuestión, cual si fuese una luz con formidable reverbero, atrajo mi atención y me arrebató los sentidos. 

La chaqueta que me dejó fascinada era del color de las naranjas sanguinas; emitía destellos y encima tenía pelo. Pero no se trataba de un pelo cualquiera, sino de uno semejante al de los bebés. La llevaba puesta una muchacha que se llamaba Visitación;  Visitación Guaripola Escarpidor, por más señas...

Nieves Correas Cantos


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