martes, 14 de noviembre de 2023

DE VESTIMENTAS Y AYERES

 Cuando el tiempo refrescaba, lo que procedía era tener una prenda abrigosa cerca. Una ropa que bien podía ser una chaqueta de punto, una mañanita, una toquilla, un mantón... 

Como esa especie de esclavina que Elvira Toloache, alias doña Amargura, se ponía todas las mañanas encima del camisón. Un paño de color rosa de té que no le impedía el movimiento de sus gordezuelos brazos. ¡Pobre mujer! Siempre somatizando su espantosa frustración; el malogro de su casamiento con un hombre prosopopéyico y cobardón del que estuvo muy enamorada –Toma sardinas prensadas y orejones de melocotón para aliviar tu pena-- le aconsejaba su amiga Flora. Mas ella, que no apetecía tales remedios, se atiborraba a escondidas de elixires y esperaba la visita del doctor...

Nieves Correas Cantos


No hay comentarios: